Pocos lugares en el mundo evidencian una conexión tan profunda entre los seres humanos y los paisajes de gran altitud como los Andes. Desde tiempos remotos, las sociedades andinas desarrollaron un ciclo de movilidad estacional que les permitió acceder a diversas zonas altitudinales a lo largo del año, integrando esta práctica en el corazón de su modo de vida y su cosmovisión. Las investigaciones realizadas en las últimas décadas en la cuenca del Salar de Atacama (23°S / 68°O) han permitido rastrear los orígenes de esta movilidad altitudinal. Diversos sitios arqueológicos, datados entre 10.500 y 9500 años antes del presente, revelan un antiguo circuito de movilidad utilizado por cazadores-recolectores tempranos. Este circuito conectaba asentamientos ubicados en los oasis de tierras bajas del Desierto de Atacama (2000 msnm) con campamentos de caza en las tierras altas de la ecorregión de la Puna, a más de 4000 msnm.
El objetivo de este proyecto es investigar el surgimiento de la movilidad altitudinal durante la transición del Pleistoceno al Holoceno, entre las primeras sociedades nómadas de la región. Para ello, se busca comprender las estrategias de movilidad humana, las actividades de subsistencia, las rutas de circulación y las condiciones paleoambientales a través del estudio de sus vestigios materiales. El análisis será abordado desde una perspectiva transdisciplinaria que integra estudios tecnológicos, composicionales, isotópicos, de residuos proteicos, así como investigaciones zooarqueológicas y arqueobotánicas. A través de este enfoque, aspiramos a reconstruir no solo los movimientos de los primeros habitantes de los Andes, sino también las formas en que entendieron, habitaron y dieron sentido a uno de los entornos más desafiantes y extraordinarios del planeta.
Investigador Principal: Dr. Rodrigo Loyola
Periodo: 2025
Financiamiento: H. and T. King Grant for Archaeology of the Ancient Americas, Society for American Archaeology (“SAA”)